Con este artículo, la revista “TASA DE INTERES” cumple
exactamente 2 meses desde que el primera edición fue publicado en la web. Todo
comenzó este verano, gracias a la genial idea del nuestro director (aunque
muchas veces se enoje con ese calificativo): Alfredo Alvarado. Desde entonces,
esta fue mi primera experiencia en redactar textos económicos. Tal hecho me
llevó a leer más y acumular periódicos acerca de la coyuntura económica,
política y otros asuntos polémicos. Debo de admitir que esta experiencia cambió
mi percepción hacia la lectura, debido a que vi un sentido práctico a mis
clases de macroeconomía y microeconomía en la universidad.
Respecto a la situación económica del país, los periódicos
acumulados en casa, pareciera que
siguieran una misma línea: El Perú tiene una economía estable. Algunas cifras
amparan lo dicho por los economistas. El PBI, después de recuperarse de la
caída en el 2009, viene creciendo a un ritmo muy alto, por ejemplo en el 2011
el PBI fue de 6.9, 2012 ascendió a 6.3.
Por ello el Perú es uno de los mejores países que crece en la región. También
la inflación se encuentra estable, en el 2012 registro 3.4. Las reservas internacionales se
incrementaron exponencialmente llegando actualmente a 61 millones de dólares.
Todo hace prever que el Perú, tiene una economía fuerte y blindada contra alguna
crisis externa como la que sucedió en el 2009.
¿Será acertado todo el optimismo de estos economistas?, ¿Qué
le avecina al Perú en los próximos años?, ¿seguiremos creciendo a éstos niveles
por muchos años más? Lo cierto es que hace dos domingos salió en el comercio,
un extracto del trabajo de los profesores Seminario y Sanborn: “cuando
despertemos en el 2062, visiones del Perú en 50 años”. En dicho libro, se
advierte acerca de la fragilidad del modelo económico actual. La razón es muy
simple: las excelentes cifras de crecimientos que nos fueron mostradas descansan mayormente en
la minería e hidrocarburos. Lo cual no estaría mal, sino fuera que el 17% de la
economía depende de los minerales. Además de ello basar la economía en recursos
naturales es como jugar monopolio- un día puedes ser millonario y otro día
pobre- ya que depende exclusivamente de
los precios internacionales. Y en estos últimos años, los precios nos han
favorecido, pero eso no quiere decir que siempre va a ser así. Ante tal
situación los profesores de la Universidad de Pacifico plantean un programa de
industrialización de la sierra para poder mejorar el agro y diversificar nuestras fuentes de
crecimiento. Otros autores plantean medidas para incentivar las inversiones
privadas. Para tal fin, es necesario que el Perú mejore sus infraestructuras
viales (carreteras, puertos, aeropuertos, etc.) e institucionales (leyes que
faciliten y defiendan a las empresas privadas). Todas estas reformas para poder
diversificar nuestras fuentes de crecimiento y no solo depender de los recursos
naturales y el buen estado de la economía internacional.
Un segundo punto que cabe observar a la vez, es el aumento
de la recaudación por medio de la SUNAT llegando a 8 004 millones de soles, lo
cual muestra un avance en 0.9% respecto al año anterior. El peligro de dicha
cifra es que mayormente se basa en el CANON de las empresas mineras y no en la
disminución de la informalidad. Lo cual demuestra la fragilidad del la
recaudación ante una crisis o una baja producción minera. Un buen punto en el
que debe mejorar el Perú
Un tercer punto va referido a la educación. Tal vez el punto
más débil en cuanto a productividad intelectual. Las cifras indican que el Perú
gasta solo un 2.6% del PBI en educación, una de las cifras más bajas en la
región, sumada a ella salimos penúltimo en nuestro sistema educativo. El mundo
que nos espera; sin duda es un mundo tecnológico donde si queremos seguir
obteniendo las cifras actuales debemos de producir mano de obra calificada,
desarrollar nuestros centros de investigación, mejorar la infraestructura (mas
colegios de calidad), y el servicio (hablamos de un servicio integral que
incluya no solo a la parte intelectual, sino también la parte nutricional y
psicológica. Según algunos analistas el Perú demandará mas técnicos para las
industrias, por ello es necesario invertir en este sector.
El cuarto punto está relacionado a lo cual algunos
economistas están advirtiendo, acerca de una posible burbuja inmobiliaria y la
consecuente recesión del país. Hace unas semanas la revista tuvo el gusto de
entrevistar al destacado analista económico Charles Philbrook. El profesor
Philbrook se mostraba muy cauteloso ante la inminente seguridad económica del
país, ya que esta depende en gran parte de lo que pase en el plano
internacional. Y según los datos, las economías de Europa y Estados Unidos se
encontraban en una situación difícil, ya que para reactivar su economía, ellas
han bajado su tasa de interés de referencia a niveles cercanos a 0%, lo cual
según Philbrook, llevaría a un aumento de la inflación, que para detenerla se tendría
que nuevamente subir la tasa de referencia, lo cual ocasionaría el quiebre del
sistema financiero. Por lo cual estas economías están entre la espada y la
pared a la espera que una de las dos (inflación o el quiebre del sistema
financiero) ceda.
Tal situación pondría en peligro la economía peruana, y lo
que es peor la explosión de la burbuja inmobiliaria que se está gestando en el
Perú. Según Philbrook, el aumento del sistema crediticio inmobiliario sin un
sustento en el ahorro crea cada vez más una especie de un dinero fantasma. Por
otra parte vemos un incremento del numeró de inmuebles que se vende o alquilan.
Dicha oferta es cubierta por dos tipos de demandantes, tanto por las personas
que quieren vivir en la casa, como por especuladores que buscan el inmueble
para poder invertir en ellos (hacer edificios, alquilar, etc.). La
particularidad es que, existen más de los segundos que de los primeros, lo cual
provoca que los precios de las casas se
inflen cada vez más. Este hecho tiene un límite, sin duda, y tal es la
disminución del retorno de inversión en
el ámbito inmobiliario provocada por la explosión de la burbuja. Explica
Philbrook. Sin duda un punto muy polémico, pero a la vez serio, que las
autoridades monetarias deben tener en cuenta para la salud económica.
Estoy en las últimas líneas del artículo que cerrará estos dos meses en el cual un grupo
de jóvenes universitarios empezamos a escribir. Cerramos estos dos meses con
cifras muy benévolas para el Perú, tal como nos decía un profesor en la
facultad “…..ustedes han vivido los mejores años económicos del Perú…”. Pero
también, con aspectos que aún no se han hecho bien: el caso de la educación, la
recaudación fiscal, nuestro modelo
económico basado en los recursos naturales y por qué no una llamada de alerta
al crecimiento del mercado inmobiliario. Es necesario ese tipo de reformas para
tener un crecimiento sostenido y diversificado; y creo que estamos en un
contexto apropiado para poder llevarlas a cabo. En el Perú hay dinero, lo único
que necesitamos hacer es invertir sabiamente para que en el futuro no estemos
recordando los tiempos buenos. Yo no sé sobre qué temas podremos hablar en los
siguientes meses o años. Pero particularmente espero que hablemos de un Perú sólido
con unas buenas reformas y no de crisis y las alternativas para solucionarlo.
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