martes, 19 de febrero de 2013

¿Vacaciones en Grecia?


Se llama así, Vacaciones en Grecia. La reciente serie de televisión peruana donde actúa Christian Ysla como Teodoro Concha, un personaje malvado y divertido. Trata sobre una familia rica que, debido a una estafa, pierden su dinero y se mudan a Grecia, a la calle Grecia, que queda en un distrito pobre. ¿Por qué menciono este caso? Bueno, menciono a Christian Ysla porque es un actor muy entretenido. Pero sobre todo, menciono este caso porque es sugestivo que el título de la serie sea Vacaciones en Grecia, un país cuya economía está por los suelos. Y que, sugestivamente repito, la calle Grecia esté ubicada, de acuerdo con la serie, en el Pueblo Joven Barrio Nuevo (un asentamiento humano como se ve en el fondo de la imagen). La economía de Grecia ha caído 6% en el último trimestre del 2012. La economía peruana ha aumentado 6.29% en el mismo año. En general, la economía de nuestro país va muy bien, crecemos a tasas nunca antes vistas. Incluso, ya cansa a cada rato ver en las noticias lo bien que está nuestra economía. Alegrémonos de no ser como Grecia que cae 6 %. Alegrémonos. ¿O no? ¿Qué significa que la economía del país crece a tasas nunca antes vistas? ¿A qué se refiere exactamente eso de “la economía del país”?

Se refiere al Producto Bruto Interno (PBI) de hecho, pero exactamente ¿qué es? Cuando yo comencé a estudiar Economía, siempre intenté convencerme que lo hacía por amor al estudio de las letras y los números. Más tarde me di cuenta que en realidad quería dinero. La economía de una persona es su dinero, su ingreso. La economía de un país es, por así decirlo, el dinero del país, su ingreso. Es el valor monetario (en Nuevos Soles) de todo lo que se produce internamente. Por eso se llama Producto Bruto Interno. Si para el concierto de la banda de rock británica The Cure se venden 30 000 entradas y cada entrada cuesta (no es así lamentablemente pero supongamos) S/. 10, entonces se produce valor monetario por S/. 300 000 que entran en el PBI del Perú. Pero, ese dinero no va a ir a manos de peruanos sino va a ir a manos de Robert Smith y los demás integrantes de The Cure que son de Inglaterra. No importa. Es todo lo que se produce dentro del Perú.

¿Todo lo que se produce? Obviamente esto no es cierto y desde ya le advierto lector, el PBI es un indicador económico imperfecto. No se puede medir todo lo que se produce. Consideremos primero que el PBI cuenta solo los bienes que están en su etapa de transformación final. El ejemplo del libro de Mankiw me gusta. Supongamos que un campesino le vende carne de vaca a McDonald como para una hamburguesa por S/. 1. McDonald, a continuación, transforma la carne y la convierte en el producto final que compramos todos: Mc Junior de los pequeños precios por S/. 3.60. En el PBI ya no entra el sol de la carne que produjo el campesino, solo entra los S/. 3.60 de la Mc Junior que produjo McDonald. En bruto (por eso se llama Producto Bruto Interno), se produjo valor monetario por S/. 3.60. A esta pequeña complicación en la medición del PBI se le suman otras. No solo cuentan los bienes producidos sino también los servicios producidos. En la peluquería te ofrecen un servicio de corte de pelo, no te ofrecen un objeto físico como una hamburguesa, sino un servicio, pero igual pagas S/. 10 por el corte. Ese ingreso monetario sí entra en el PBI. Por otro lado, lo que se produce informalmente como las películas piratas de estreno que venden cerca del paradero de concurridas avenidas no entra en el PBI. Tampoco entra lo que se produce ilegalmente porque si contara la gran cantidad de Pasta Básica de Cocaína que se produce acá en nuestro país, nuestro PBI sería mayor. Además, hay cosas que se producen y que no entran en el PBI porque usted mismo lo produjo y usted mismo lo consumió. Si usted cultiva granadillas y consume una, arruinó la contabilidad perfecta del PBI pues solo entrará en el PBI las granadillas que se vendan y produzcan ingresos monetarios.

Como se puede ver, el PBI es muy numérico y complicado de calcular. En el año 2010, se estima que todo lo que se produjo en valor monetario (considerando lo anterior) fue superior a $100 miles de millones. Pero el valor en sí del PBI no importa mucho, lo que importa es cuánto crece en relación al año anterior o trimestre anterior (sí, hay todo un trabajo de preguntar a las personas cuánto produjeron en sus negocios; es todo un trabajo; de hecho, esto se realiza cada tres meses). Decía que lo que importa es cuánto crece, no el valor en sí del PBI. Todo lo que se produjo en el 2011 fue una cantidad. Bien. En el 2012 esa cantidad creció 6%. Genial, ¿no? Pues no necesariamente.

Si mi economía sube 6 % yo estaré feliz, porque a mí me gusta el dinero. No obstante, no todos los peruanos tienen que estar más felices si la economía del Perú aumenta. Si solo nos fijamos en el PBI para calcular el bienestar de todos, estamos cometiendo un gran sesgo. La economía del Perú, o sea el PBI, es prácticamente lo que se produce. Si aumenta el PBI, aumenta la producción y las empresas ganaran más por lo que posiblemente aumenten los sueldos y posiblemente aumenten los trabajadores con mejor bienestar pero es todo lo que se puede decir. Se produce más y punto. Que crezca la economía peruana no significa por ejemplo que se reduzca la pobreza, o que se reduzca la cantidad de niños con desnutrición y sin regalo de navidad. Por ello, no todos estarán tan felices (como yo lo estaré) ante el aumento de nuestra economía.

De esto se dio cuenta el economista pakistaní Mahbub ul Haq al lanzar la propuesta de medir el bienestar de una manera diferente que incluyera más indicadores sociales que económicos. Gracias a él, nació el Índice de Desarrollo Humano (IDH). Junto con los aportes de Amartya Sen, economista indio que ganó el Premio Nobel de Economía, este indicador consiste en la actualidad en medir tres cosas: 1) La esperanza de vida al nacer midiendo el promedio de años que vive una persona 2) La educación midiendo cuántas personas tienen educación primaria, secundaria y superior, también se cuenta la tasa de alfabetización de adultos y el promedio de años que una persona se educa, y 3) el PBI (porque el dinero también importa). Con datos del 2011, el Perú se ubica en el puesto 80 en el ranking de los países con mejor índice de desarrollo humano (El primer puesto lo ocupa Noruega… de nuevo). Naturalmente, existen otros indicadores para medir el bienestar como el que mide la desigualdad de ingresos o el que mide el acceso de las personas a bienes públicos básicos como agua y luz.

El punto es que no debemos fijarnos solo en el PBI. En La vida y la muerte como indicadores económicos, Amartya Sen dice: “A la economía no le conciernen solo la renta y la riqueza [es decir, el PBI], sino también el modo de emplear esos recursos como medios para lograr fines valiosos, entre ellos la promoción y el disfrute de vidas largas y dignas. Pero si el éxito económico de una nación se juzga solo por su renta y por otros indicadores tradicionales […] se deja entonces de lado el importante objetivo de conseguir el bienestar”. Conseguir el bienestar. Este texto fue uno de los primeros que leí al entrar a la universidad y quería compartirlo. Todo este artículo es casi un pretexto para poner la cita anterior.

Además de las críticas expuestas, hay muchas otras objeciones al PBI. No obstante, esto no desmerece su cálculo y estudio. Todo lo contrario, es bueno que la economía del Perú crezca y no caiga. El hecho de que no tengamos una caída del PBI como Grecia, definitivamente nos debe alegrar. Las consecuencias van más allá de perder trabajo. Hay muchos casos de suicidio en ese país. En Mayo del año pasado un jubilado griego se tiró un balazo en la cabeza en plena plaza pública. Dicen que exclamó antes de morir que no quería dejar deudas a sus hijos. Hay otro caso increíble y está fotografiado: un hombre prendiéndose fuego a sí mismo con un megáfono en la mano quejándose de la crisis económica por supuesto. La serie Vacaciones en Grecia en la que de repente una familia rica se vuelve pobre tiene mucho asidero en la realidad. Si me preguntan (nadie me preguntó pero no me importa), yo no quisiera tener vacaciones en Grecia.

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